Visión y misión
La Asociación Española de Dirección e Ingeniería de Proyectos (AEIPRO) es una organización sin ánimo de lucro que inicia su andadura en Septiembre de 1.992. Parte del deseo ilusionado de constituirse como entidad para la profesionalización de la Ingeniería de Proyectos dirigida a la consecución de los siguientes fines:
- Ser medio para una comunicación y cooperación intensa entre sus miembros.
- Posibilitar la puesta al día de expertos en los distintos campos de Ingeniería de Proyectos.
- Constituir una vía para el mejor desempeño de la practica profesional en este campo.
- Detectar y definir necesidades que afecten al quehacer día a día de esta actividad.
- Tomar postura y orientar a la sociedad ante conflictos y decisiones dentro de su campo de actuación.
¿Por qué una asociación como AEIPRO? Nuestras organizaciones (empresas de servicios, manufactureras, de procesos) se encuentran de forma creciente involucradas en llevar adelante proyectos. Bien sean proyectos internos (coordinando recursos propios y contribuciones de contratistas para generar nuevos productos / sistemas) o bien dando apoyo, realizando o dirigiendo proyectos externos a nosotros, promovidos por sociedades que no cuentan con capacidad para desarrollar técnicamente estas inversiones, razón por lo que recaban nuestros servicios.
La abundancia e importancia de realizaciones en campos como: diseño de productos, organización de empresas, ingeniería de software, ingeniería de plantas industriales e investigación y desarrollo entre otros; ha aparejado la presencia creciente de profesionales cualificados en dirigir proyectos. Personas preparadas técnicamente. Experimentadas en tomar decisiones y asumir riesgos. Prestas tanto a aportar ideas como a recibirlas de otros y con capacidad para animar los esfuerzos en un equipo.
De forma análoga al caso de Medicina donde la profesionalización de los médicos repercute en la organización de la actividad sanitaria, y en último lugar en la salud de la sociedad; debemos tender a profesionalizar una actividad que nos afecta a todos, como la de Proyectos. Tanto a las universidades que forman los ingenieros, como a las empresas que implantan los proyectos y al conjunto de la Sociedad que recibe nuestros servicios.
Desenvolverse como profesional de proyectos implica, al igual que en el caso de un abogado, actuar en foros cada vez más amplios donde se necesita atender, presentar y discutir experiencias. Una asociación profesional en este campo, es en primer lugar un medio de contacto entre expertos.
Los profesionales de proyectos por cuenta propia o ligados laboralmente a una empresa, reciben de la asociación una llamada permanente a la actualización (en dónde y cómo conviene reciclarse).
Es un medio, asimismo, para homologar la cualificación profesional de los que trabajan en este campo. En relación con la Dirección de Proyectos la homologación se ofrece como una certificación externa, que emite una organización “sin ánimo de lucro” a través de un equipo de asesores especialista en este campo, que cualifica en función de sus conocimientos, actitudes personales y experiencia a los candidatos.
La asociación constituye un acicate para presentar experiencias en simposios. En el quehacer diario no solemos documentar adecuadamente nuestras realizaciones. Tenemos dificultad en exponer lo que hicimos en un asunto concreto hace apenas dos años. El preparar una ponencia o un artículo nos da ocasión de reflexionar sobre el tema, recabar información desperdigada y revisarla con distanciamiento. En una sociedad tan acelerada como la actual es imprescindible que reflexionemos sobre lo vivido, que meditemos sobre lo que fue nuestro pasado para actuar en el futuro. Hay que alternar la acción con la reflexión sobre lo realizado. A reflexionar nos debe ayudar lo que nos llegue de nuestro entorno, los casos que presentan otros profesionales y las opiniones que despierten nuestras ideas en otros compañeros.